Y llegó el día, dentro de algunas horas partiremos en enlace
hasta Oruro y mañana temprano comenzaremos a pedalear rumbo a Llallagua que, de
acuerdo con el plan, serán algo más de 85 kilómetros con un ascenso continuo
hasta llegar a los 4500 m.s.n.m.
Esta mañana fui al club de bienestar de Luis, quedé en
desayunar ahí y realizar mi evaluación periódica. Vi los resultados de mi
evaluación en el WhatsApp, bajé otros 600 gramos en estos últimos diez días; lo
que me complace es saber que el requesón con marraqueta no incidió, ¡sí!
Mientras desayunaba en el club, trataba de ultimar los detalles
acerca de mi nutrición asistida por Herbalife. El desayuno de mañana ya está
asegurado, iré al club de bienestar de Sandra, que queda cerca de la Terminal
de Buses. También tengo listos un par de frascos con Fórmula 1 y Proteína, para
aquellos días cuando no tendré asistencia de algún club. Junto con las nueces,
almendras y pasas, llevo el NRG, el Hydrate H24 y los tres LiftOff que me regaló
Luis, ¡son fantásticos!
Ayer terminé de preparar la mochila, finalmente me decidí a llevar una mochila y no la parrilla para la bicicleta, espero que sea la mejor
determinación. Durante dos días estuve leyendo artículos, comentarios y
recomendaciones acerca de llevar alforjas o mochilas, muchos a favor de las
alforjas y otros por la mochila, que son mejores o peores, pero fue un post el que ayudó en mi determinación, el razonamiento era simple, si la distancia
no es muy larga y se llegará a un alojamiento, es suficiente una mochila. Y son
precisamente esas las condiciones de nuestro viaje, recorreremos 85 Km por día
y pernoctaremos en algún hotel o residencial, no llevaremos carpas ni utensilios
para cocinar. Retiré la parrilla de mi bicicleta, la que me dio tantos dolores
de cabeza instalar y preparé la mochila.
Instalé los bidones en la bicicleta, a regañadientes, pero
tuve que hacerlo, puesto que, si llevaré una mochila con mi ropa y víveres, no
habrá espacio para el CamelBak, no tuve otra alternativa que instalar los
portabidones. También decidí llevar cubiertas semi slick, y pasar de 26x2.00 a 26x1.80 ya que, la mayor parte del
recorrido será sobre asfalto y los últimos kilómetros de tierra, aunque ayer mi
papá me dijo que todo el camino ya está asfaltado, un amigo suyo le comentó
eso, ojalá sea cierto.
Otro aspecto importante fue el mantenimiento técnico de la
bicicleta. Esta vez, la lleve a un mecánico recomendado por mi amiga Helen, dicen
que es un experto en el tratamiento de las bicicletas. Su taller queda en
Ciudad Satélite, en la ciudad de El Alto. Con el teleférico, que conecta La Paz
con El Alto, nos tomó algo menos de 40 minutos el llevar las bicicletas, hoy
por la noche las recogeremos, estoy contando las horas para ver cómo quedó, ya
que le pedí a David, el mecánico, que cambie el disco y las pastillas de freno,
como también una limpieza general. Siguen faltando detalles, se me terminó el
pegamento para los parches de goma, no tengo aceite para la cadena, debo
comprar en alguna tienda, espero que el mecánico de bicicletas tenga lo que me
falta y por fin podré cerrar la mochila.
Esta vez, no viajará todo mi equipo, se queda Cintia, tiene
otros planes para el fin de semana largo y Manuel decidió pedalear por una ruta
diferente, recorrerá desde La Paz hasta Cochabamba, ida y vuelta, me hubiera
gustado acompañarlo, pero ir por las minas bolivianas tiene, para mí, un
atractivo diferente, son lugares que no conozco, Ricardo me dice que hay sitios
emblemáticos de nuestra historia, los que vale la pena visitar. Como nos
recomendó Cintia, esta no será una carrera de bicicletas, tampoco será una
demostración de resistencia, será un recorrido entre amigos, disfrutaremos de
la ruta y de la historia que almacena esa zona hermosa de Bolivia, así que nos
divertiremos muchísimo, capturando en fotografías todos esos inolvidables instantes
que nos esperan por vivir.