Mostrando entradas con la etiqueta Jesús Bermudez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Jesús Bermudez. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de diciembre de 2018

A 90 minutos de la gloria.


Me gusta ver los partidos de fútbol, no me considero un fanático de ese deporte, simplemente me gusta. Sigo al San José de Oruro desde siempre, desde que me acuerdo, desde aquella lejana tarde de domingo, cuando acompañé a mi padre al Jesús Bermúdez. Sentado junto a mi tío abuelo, en la curva sur del estadio, vi el ingreso del equipo de la V azulada, el que fue recibido entre aplausos y ruidos de petardos, fue una escena que me estremeció el cuerpo, desde ese domingo sigo al Santo.

En 1995, fue la primera vez que San José logró el campeonato de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, lo que permitió su clasificación a una Copa Libertadores de América. Por esos años ya vivía en La Paz y viajé hasta Oruro para ver los dos encuentros internacionales, no fueron buenos resultados, pero el equipo dio una dura batalla.

Otro recuerdo que tengo presente es el campeonato del 2007, hace 11 años atrás, un día miércoles 12 de diciembre viajamos, con mi hijo de 5 años, para ver el partido final del San José de Oruro, contra el, hoy desaparecido, La Paz FC. Abordamos el bus, desde La Paz y al llegar a Oruro, mi papá nos esperaba con las entradas, junto a las puertas del Bermudez. Ingresamos cuando el estadio estaba casi lleno y esperamos el inicio del partido.

Mi hijo también es seguidor del San José, quizás sea más fanático que yo. Recuerdo que esa tarde llevó en una mochila toda su indumentaria, un arlequín de colores blanco y azul, una bandera con el escudo del equipo, una máscara del hombre araña, guantes y pañoletas. Cuando las luces del estadio comenzaron a iluminar, decidió que era el momento para manifestar su alegría, saco de la mochila todos sus accesorios y muy dedicado comenzó su transformación, al cabo de unos minutos, estaba listo para alentar a su equipo, al San José.

A mi hijo, le encanta la diablada, su sueño es bailar en la Diablada Urus, porque son espectaculares, dice. Esa noche estaba convertido en un diablo, uno con los colores del Santo, y al ritmo de la música, que casi siempre está presente en la cancha, comenzó a dar brincos, a mover las manos, bailaba disfrutando de la previa al partido, hermoso fanático, mi padre aplaudía a su lado, todos quedamos encantados en ese momento.

El partido terminó con la victoria, conquistamos un nuevo campeonato, salimos de la cancha felices y nos dirigimos a la plaza principal, donde entre miles de personas, se entonó el himno a Oruro. Las luces navideñas decoraban los árboles de la plaza, nos tomamos unas fotos con el hermoso decorado. Aún no estaba el Instagram, ni el Facebook en linea, solo eran fotos para el recuerdo, para el álbum de la familia.

Muchos años después, una vez mas la oportunidad vuelve a convocar, casi el mismo escenario, un partido de final de campeonato, una clasificación a Copa Internacional, pero esta vez no podré asistir, mi hijo está ausente, se encuentra estudiando a miles de kilómetros de aquí y mi padre tampoco está en Oruro, vive conmigo en La Paz. Veremos el partido por TV o en la pequeña pantalla del celular, no tendremos baile y tampoco tendremos disfraces, pero estoy seguro de que sentiremos la misma emoción, nosotros aquí y mi hijo allá; quizás gracias a la tecnología, estará informado del resultado o con suerte, verá el encuentro mediante Internet.

¡Fuerza San José! Ojalá el miércoles nos llenes de gloria una vez más, y tengamos una hermosa y esperanzadora Navidad, porque estoy seguro que muchos de tus seguidores tan solo tendrán ese momento de felicidad, el que nos acompañará durante el complicado año que se aproxima. ¡Vamos por la gloria!