jueves, 16 de noviembre de 2023

iPhone Soup

Hace algunas semanas, nos encontrábamos en la famosa tienda Apple en la quinta avenida de Nueva York. La fiebre por el iPhone 15 se había desatado a finales de septiembre y muchos fanáticos, totalmente desesperados, deseaban apropiarse de aquel producto sin importar su precio. En la tienda yo hacía de intérprete, ya que, los dispositivos con el logo de la manzana mordida no me atraen, sin embargo, para mis familiares forma parte de sus artefactos favoritos.

Habíamos intentado comprar en línea, pero el sistema indicaba que la entrega se realizaría en aproximadamente cinco semanas después de efectuado el pedido. También, tratamos de conseguir el novedoso equipo en un centro comercial de la ciudad de Orlando, donde nos indicaron que no los tenían en ninguno de sus sabores o colores. Con la última esperanza, en Nueva York, nos dirigimos a la esquina sureste del Central Park.

Descender por las escaleras de caracol de aquella tienda especializada en electrónica, genera mucha expectativa y al llegar al subsuelo, se puede apreciar toda su gama de productos distribuidos en amplias mesas de madera prensada. Me generó curiosidad, la larga fila de compradores que esperaban la atención del personal para poder adquirir un equipo celular.

Esa fila de fieles consumidores la había visto en la tienda de Orlando y nuevamente se apreciaba la misma o mayor demanda en el recinto neoyorquino. Sin otra alternativa, nos formamos en la zigzagueante línea. Creo que pasaron 50 minutos y recién habíamos alcanzado la mitad del circuito cuando uno de los vendedores, de cerca de dos metros y casi 200 kilos, gritó a la multitud: “Únicamente iPhones 15 Pro Max de 1 TB. ¡Siguiente!”. En ese momento me acordé de la serie de televisión: Seinfeld.

El sexto episodio de la séptima temporada de Seinfeld, conocido como “The Soup N@z1”, es una parábola rica en lecciones para los profesionales del marketing y la atención al cliente. La trama se centra en un vendedor de sopas, al que los personajes se refieren al estricto chef como el “Soup N@z1”, debido a su enfoque autoritario.

La primera lección que se puede extraer de este episodio es la importancia de la consistencia del producto. El negocio de sopas ofrece un producto de alta calidad que atrae a los clientes a pesar de su notorio mal trato. Esto demuestra que un producto superior puede, hasta cierto punto, compensar un servicio deficiente.

Sin embargo, la falta de habilidades interpersonales y la rigidez en el proceso de servicio al cliente del arbitrario chef tienen implicaciones negativas para su negocio. En marketing y atención al cliente, la interacción humana juega un papel crucial en la fidelización. El trato hostil que se dispensa a cualquiera que no siga las estrictas reglas al pedir una sopa ilustra la importancia de la flexibilidad y la adaptabilidad en el servicio.

El episodio también resalta la importancia de la experiencia del cliente. El ambiente hostil y el temor de ser rechazado por un comportamiento leve crea una experiencia estresante y negativa. En el mundo real, tal enfoque de “todo o nada” hacia el servicio al cliente probablemente llevaría a la pérdida de compradores y a críticas negativas, algo que cualquier negocio debe evitar para mantener una buena reputación y un crecimiento sostenible.

Otro aspecto importante es la comunicación con el cliente. La comunicación efectiva y clara es crucial para satisfacer sus expectativas. Aunque los personajes principales de Seinfeld eventualmente aprenden cómo ordenar correctamente para evitar la ira del chef, en la realidad, muchos clientes no estarían dispuestos a tolerar tal aprendizaje y preferirían simplemente ir a otro lugar.

Finalmente, uno de los momentos más destacados del episodio ocurre cuando Elaine obtiene una serie de recetas del autócrata chef, lo que destaca la vulnerabilidad de los secretos comerciales en la industria de la alimentación. Esta situación es una advertencia de que la sostenibilidad a largo plazo de un negocio no puede depender únicamente de un producto, por muy excelente que sea. Debe ser apoyada por una marca sólida, una relación positiva con los clientes y estrategias de marketing que promuevan lealtad y recomendaciones boca a boca.

No estábamos dispuestos a pagar una fortuna por el único modelo de celular disponible en ese momento y decidimos probar suerte en otra tienda Apple. Cruzamos Central Park y en el lado este encontramos una, gracias a las indicaciones precisas de Google Maps. Ahí, nos indicaron que, al día siguiente, muy temprano, podríamos lograr adquirir un iPhone 15 con las características que deseábamos.

Como nos habían recomendado, a la mañana siguiente, regresamos a la tienda en la quinta avenida, donde preguntamos de forma puntual y cortés por el iPhone 15 Pro Max de 256 GB. El vendedor sin dudarlo nos indicó que lo tenían, pero únicamente en color blanco.

— Lo queremos.
— ¡Siguiente!

 


martes, 14 de noviembre de 2023

Noches de insomnio

En lo más profundo de la noche, una voz se arrastraba a través del éter como un fantasma melancólico de aquellos gloriosos días de la radio. Ese pequeño rincón en el mundo, un estudio totalmente desgastado y únicamente decorado con recuerdos del ayer, con el paso del tiempo se convertía en un santuario dedicado a la música que alguna vez unió corazones y mentes a través de distancias inimaginables.

La voz de Samuel resonaba envolviendo la ciudad inmaterial con las melodías de épocas doradas y las anécdotas más inesperadas. Era un locutor de radio, de aquellos que la gente pensaba que ya no existían, viajero en el tiempo a través de ondas electromagnéticas, guardián de los secretos de las estrellas de rock y confidente de los insomnes. Su bunker musical estaba adornado con vinilos de antaño y carteles de conciertos legendarios. Desde aquel lugar emblemático de la radio, que hacía de cápsula del tiempo tejida de melodías ya casi olvidadas, transmitía su programa "Noches de Insomnio".

Cada noche, este disc jockey inmortal navegaba por tormentas hertzianas de nostalgia, desafiando a una modernidad implacable que amenazaba con eliminar su legado, a medida que sentía que sus jóvenes oyentes ya no se congregaban devotamente alrededor de la radio. La disruptiva tecnología les había dado alas para explorar universos de música en la palma de sus manos, dejando a Samuel predicando en un templo cada vez más vacío.

A pesar de que el desfile digital marchaba inexorablemente hacia adelante y la audiencia que una vez había confiado en él empezó a desvanecerse, como estrellas fugaces que desaparecen en el firmamento, el alma del locutor estaba envuelta en los compases de clásicos que resonaban en su estudio sonoro como himnos de tiempos más simples, cuando las personas todavía creían en la magia de la radio.

Samuel había visto nacer y morir emisoras, pero siempre supo mantenerse en la cima de la noche con su programa radiofónico. Sus conocimientos musicales eran tan profundos que podía recitar el historial de cada banda o artista como si hubiera sido parte de su familia. En aquel momento de gloria, para los jóvenes él era un gurú y para los más veteranos un compañero de nostalgia. 

Como el cambio es la única constante, y a medida que el torrente de la modernidad arrasaba con todo, los servicios de streaming plantaron bandera en el reino de la música. Spotify, Apple Music y Deezer, entre otros, se convirtieron en los guardianes de infinitos catálogos digitales, siempre disponibles con tan solo pulsar en una diminuta pantalla. Las listas de reproducción personalizadas suplantaron cuidadosamente los programas producidos con la meticulosidad de un orfebre y la inmediatez venció al deleite de esperar la elección sorpresiva del locutor.

La joven audiencia de Samuel comenzó a encogerse como un elástico en reposo. Las estadísticas no mentían; sus fieles oyentes envejecían con él, y las nuevas generaciones casi nunca recurrían a la radio, ni en busca de nostalgia eventual, ni por el encanto a lo vintage. Con cada susurro de estática o minuto de silencio en la línea telefónica cuando los invitaba a llamar, sentía el peso de un mundo cambiante presionando contra la puerta de su cabina. La dura realidad amenazaba con sofocar la chispa de su pasión, dejándolo a la deriva en un mar de olvido e irrelevancia. Pero Samuel era un luchador, un amante de la música dispuesto a reinventarse. No se rendiría ante la primera señal de obsolescencia. Incluso en la tormenta perfecta, hay destellos de oportunidad, se repetía.

Fue esa chispa indomable de resiliencia la que encendió una llama que iluminaría una nueva senda. Samuel entendió que si se aferraba solo al pasado, se desvanecería junto con las memorias que tan celosamente guardaba. Era necesario evolucionar, unir el brillo de lo antiguo con la promesa de lo nuevo. Así, comenzó su metamorfosis.

Empezó a enlazar su programa con las redes sociales, integró el streaming a su emisora, creando lo que llaman un hashtag que se convertía en tendencia. Llevó a "Noches de Insomnio" a los podcasts, creó listas colaborativas en las plataformas, invitando a sus oyentes a ser parte de la programación, enfrentando de esta manera a ese fenómeno que retaba su existencia aunque también le ofrecía una tabla de salvación en este caótico mar digital. Entrevistó a esos influencers, a aquellos que con un pie en el pasado y otro en el futuro hilvanaban la vieja escuela y la nueva era.

Compartió la historia detrás de cada canción en las redes sociales, insuflando vida en las melodías anticuadas con anécdotas contemporáneas. Transformó su venerable programa en un podcast que podía ser descargado y disfrutado en cualquier momento, en cualquier lugar, por cualquier alma errante en busca de conexión. Estableció alianzas insospechadas con las plataformas de streaming, y así, el pasado y el futuro encontraron armonía.

La batalla por capturar y retener la atención del público juvenil fue ardua, y a veces dolorosa, pero con cada película de época que romantizaba su oficio y con cada adolescente que descubría un clásico gracias a su recomendación, Samuel sentía que había ganado algo. La lucha fue larga y llena de obstáculos, pero con su voz infatigable y su corazón encendido por la música, comenzó a ver cómo las nuevas identidades digitales dejaban de ser extrañas y se convertían en aliadas.

Lentamente, las lluvias de soledad comenzaron a ceder ante el creciente número de quienes descubrieron o redescubrieron "Noches de Insomnio". Una nueva generación, armada con su pasado y hambrienta de su sabiduría, empezó a escuchar. La radio, su gran amor, había resistido y evolucionado, donde su voz digital se mantendría inmortal como el guardián de la noche, un cronista de lo intemporal. Las generaciones pueden cambiar, los medios pueden transformarse, pero la magia de conectar a través de la música será atemporal. 



sábado, 9 de septiembre de 2023

Pie de viento

No soy un fanático del fútbol boliviano. El interés que tenía hacia los torneos organizados por la LFPB terminó cuando el equipo representante de mi región descendió de la categoría profesional, hace ya muchos años atrás. Es indudable que disfruto de ver, por televisión, un partido de la Copa Libertadores de América o una competencia internacional, sin embargo, ya no tengo la motivación para asistir al estadio, pagar por una entrada y alentar desde la tribuna a un onceno de jugadores.

Aún resulta difícil abstraerse de lo que está ocurriendo por estos días en lo que se refiere a la Liga profesional. Son diversos los canales de televisión, emisoras de radio y medios de prensa, que hacen alusión a aquellos audios filtrados en los que se escuchan a personas transar los resultados de un encuentro de fútbol. No es algo nuevo y tampoco será la última vez que esto ocurra. Desestimar un torneo amañado, despedir a jugadores corruptos o destituir a dirigentes sin escrúpulos, quizás aplaque un poco el mal enraizado en ese deporte, pero seguramente en un futuro, se volverá a hablar de lo mismo. Esto no solo pasa en Bolivia, es un mal mundial, una pandemia similar a la del Coronavirus reciente.

Recuerdo que la pasada tarde, mientras escuchaba las noticias del escándalo en que se vio envuelta la comunidad futbolera nacional, el taxi que me transportada desde el centro de la ciudad de La Paz a la zona sur, pasó cerca de una cancha en la que vi a niños que practicaban las jugadas enseñadas por el entrenador, otros realizaban una actividad física regenerativa y los pocos atajaban los remates de sus compañeros. Resultó triste ver esa escena mientras la banda de sonido la ponían las últimas noticias que eran difundidas dentro del vehículo. Quedaron expuestos dirigentes, jugadores, árbitros de la LFPB y otros miembros de una red de corrupción, la que tenía como objetivo el de arreglar los partidos del torneo profesional y el de segunda división. Fue entonces cuando me abordaron varias preguntas: ¿Por qué esos niños no practican el atletismo, el ciclismo, la natación, el taekwondo u otra disciplina deportiva? ¿Por qué sus padres siguen motivando a sus hijos para que continúen alimentando una actividad que nunca nos dio grandes satisfacciones?

Cuando se habla de glorias pasadas, sale a flote el recuerdo de la selección boliviana del 94, aunque ya casi nadie se acuerda de Etcheverry, Rimba, Truco u otros jugadores artífices de la única clasificación a un mundial por mérito propio. Tengo una hipótesis sobre ese logro y cómo algunos sucesos tuvieron que ocurrir para que Bolivia y Colombia sean las dos selecciones con participación inédita en un mundial de fútbol organizado por la FIFA.

El lunes pasado, un periódico de circulación nacional, dedicó toda una separata para destacar al mejor jugador de fútbol de la historia boliviana y fue precisamente Etcheverry el seleccionado. Triste saber que se gastó tanto papel y tinta para retrotraer a la memoria colectiva a un deportista que está ya más de veinte años alejado de las canchas, haciendo referencia a alguien que solo se lo ve jugar en viejos vídeos que se hallan en algún lugar escondido de YouTube.

En contraposición y casi por las mismas fechas, las portadas de los periódicos nacionales se llenaban de titulares destacando la participación de Héctor Garibay, quien conquistó la maratón de México 2023. Un orgullo boliviano, desde la óptica con la que se mire. Con algo de agudeza es posible encontrar en Internet, historias sobre la preparación de este destacado atleta y sobre todo la transición que realizó del fútbol a las carreras de fondo. Definitivamente: “Somos fruto de un mal día”. 

Me imagino que fue muy malo el día en el que le dijeron a Héctor que no volvería a jugar al fútbol debido a una lesión. Pero dentro de su etapa de recuperación tuvo la fortuna de que otra atleta consagrada, Nemia Coca, lo invitara a formar parte de su club de corredores “Pie de viento”.

Hace algunos días, en un documental de Netflix, vi la historia del ciclista británico Mark Simon Cavendish, quien pasó por varias etapas dentro su carrera profesional, sin embargo, algo que destacaba el audiovisual es que, en este deporte, el del ciclismo, llevas a tu cuerpo al máximo umbral de dolor, todo para poder conquistar la meta. Quizás esa sea la razón por la que son muy pocos, los que elegimos deportes como el atletismo, natación o ciclismo, ya que, desde mi poco conocimiento, podría indicar que los deportes conjuntos, a diferencia de los individuales, tienen la facilidad de distribuir la presión, la carga y la responsabilidad entre los integrantes del equipo.

Como había indicado antes, me gusta correr. Me despierto a las 5 AM todos los días, sea lunes, domingo o feriado. Salgo a correr 5, 10 o 15 km, como me sienta ese día. Estas últimas semanas decidí incrementar mi umbral de dolor y además de correr los kilómetros acostumbrados, los sábados y domingos pedaleo entre 30 y 50 km. Llego a mi departamento totalmente agotado, pero contento, sabiendo que me voy superando a mí mismo, que voy conquistando mis miedos, que fortalezco mi cuerpo, mi mente y mi espíritu.

Ojalá, en un futuro próximo, tengamos un centro deportivo donde Nemia, Héctor o cuanto otro atleta exitoso, pueda instruir y capacitar a las nuevas generaciones de corredores, ciclistas o nadadores, con la esperanza, de no solo una consagración mundial, sino más bien, de estar formando personas sanas, sin miedo a asumir retos y con una alta conciencia de seres humanos.


viernes, 1 de septiembre de 2023

LA ANTIGUA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

La suerte es simplemente la habilidad de aprovechar las oportunidades que se presentan. Si uno puede ver las cosas de manera diferente y actuar en consecuencia, entonces uno tiene la habilidad de crear su propia suerte”. Albert Einstein.

La Sociedad de la Información. Quizás muy pocos recuerden este concepto, ya que, tiene su origen a mediados del siglo XX, cuando diversos teóricos empezaron a notar un cambio significativo en las formas en que la sociedad interactuaba con la información generada; lo que se tornó más evidente con la disminución del empleo en las industrias físicas (como la manufactura) y una súbita demanda por los trabajos basados en la información (como la programación o el análisis de datos).

Durante la década de los noventa y comienzos del nuevo milenio, la transición hacia una futura sociedad de la información se aceleró con la digitalización y la adopción del Internet como plataforma de comunicación. Fueron diversos los sectores de la economía que sufrieron esta transformación, pero también surgieron desafíos significativos al incrementarse la dependencia por la información digital y el empleo de la tecnología que, a su vez, ocasionó múltiples preocupaciones en la privacidad, seguridad, propiedad intelectual y desigualdades en el acceso. Este último punto, fue el que llevó al debate mundial sobre lo que se denominó la “Brecha Digital”.

Referirnos a la Sociedad de la Información, es considerar a un mundo donde las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) se encuentran integradas en todos aquellos aspectos relacionados con el crecimiento económico, el desarrollo social y la gobernanza participativa. En este tipo de sociedad, se garantiza el acceso a la información de forma plena y libre, donde el Internet, los teléfonos móviles, las computadoras y otras formas de tecnología digital son empleados por las personas para acceder, compartir y utilizar la información de manera eficiente. Sin embargo, para alcanzar ese grado de sociedad, se requiere de un nivel de educación y alfabetización digital adecuados, por lo tanto, no todas las sociedades pudieron transitar a esta propuesta. Debido a que era fundamental garantizar el alcance de las oportunidades creadas por la tecnología, independientemente de su ubicación geográfica, situación socioeconómica o nivel de educación.

Recuerdo que las instituciones académicas realizaron cursos, seminarios, diplomados y hasta maestrías, generando “expertos” en sociedades de la información, pero con el paso del tiempo, la iniciativa hacia el nuevo modelo social se fue anquilosando en sus propios problemas, donde uno de los principales resultó ser la dificultad para la reducción de la Brecha Digital, aspecto que se volvió más evidente entre diferentes sectores del emporio mundial. Esta diferencia motivada por factores educativos, económicos, técnicos, geográficos y hasta culturales ocasionó que, una gran parte de la población global sea excluida de los beneficios alcanzados por las nuevas sociedades de la información.

Lamentablemente la alfabetización digital resultó insuficiente y no bastó con tener acceso a las tecnologías o al Internet para ser considerada a una sociedad como informatizada. También se requerían de las habilidades necesarias para emplear los recursos tecnológicos de manera efectiva, lo que limitó la posibilidad en el aprovechamiento de aquellas oportunidades que les brindaban las TICs. 

Este proceso incrementó las desigualdades ya existentes, especialmente por el acceso a las comunicaciones centralizado en manos de una pequeña élite, generando una concentración de poder en grandes corporaciones tecnológicas que, sin una regulación adecuada, en algunos casos, decantó en un monopolio administrativo, técnico y comercial. A esto se sumó la sobrecarga de información, debido a los enormes volúmenes de datos (textos, imágenes, audios y vídeos) que comenzaron a circular en Internet, resultando en una propagación incontrolable de noticias falsas que, con los ya múltiples problemas de privacidad y seguridad, forjaron graves preocupaciones en términos de la confidencialidad de la información, por la falta de leyes y reglamentos adecuados o del incumplimiento de los existentes, ocasionando alarmantes violaciones a la privacidad.

Hoy en día, tenemos un otro concepto en boga: La transformación digital. Es evidente que existen algunos aspectos comunes entre aquella Sociedad de la Información de inicios de siglo y la propuesta revolucionaria de la Transformación Digital, puesto que, ambas requieren del uso extensivo de tecnologías digitales para mejorar procesos, servicios y comunicaciones. Sin embargo, ya no se recurre a una sociedad informada sino más bien a un cambio cultural, en el que se acepta y se integra el uso constante de la tecnología en la vida cotidiana, demandando nuevamente la necesidad de habilidades digitales para beneficiarse del uso de otras nuevas tecnologías.

La Sociedad de la Información y la Transformación Digital son dos conceptos fuertemente interrelacionados que se apoyan mutuamente y juntos, trabajan para llevar las ventajas de la tecnología digital a todas las áreas de la sociedad y de las organizaciones, aunque estoy seguro de que, con el paso del tiempo, la transformación digital también quedará como un esfuerzo que logró propulsar parte del desarrollo tecnológico mundial. 

Finalmente, esa receta mágica, la piedra filosofal o el santo grial de la transformación hacia una sociedad informatizada puede que resulte más simple de lo que imaginamos. Únicamente debemos estar predispuestos al cambio, sea con la Transformación Digital, la Sociedad de la Información, la Mejora Continua u otra teoría disruptiva que vaya a ser empleada.


sábado, 29 de julio de 2023

Innovación con historia y tradición

Hace varios meses atrás, participé de un curso internacional sobre el liderazgo en la innovación. En ese tiempo, estaban vigentes las restricciones sanitarias a causa de la COVID-19, por lo que, la capacitación fue desarrollada de forma virtual.

Dentro de la metodología del curso, estaba la presentación, semana tras semana, de las tareas que cada módulo imponía, pero fue la denominada bitácora personal que me pareció interesante y divertida, ya que, consistía en grabar un corto vídeo con nuestra opinión acerca del trabajo de la semana, las posibles aplicaciones de lo que aprendimos y algunas experiencias relacionadas con el tema tratado. De la misma manera, me gustó el módulo que abordaba la importancia de reconocer el valor de la historia y la cultura para enfrentar los retos presentes.

Conocer el pasado y respetar las tradiciones son dos elementos fundamentales en los procesos de liderazgo, especialmente en aquellos orientados a la innovación. Aunque nos parezca un poco contradictorio, debido a que la innovación normalmente se asocia con la disrupción, pero estos dos elementos se complementan para construir un modelo de liderazgo resiliente y eficaz.

Conservar las tradiciones ayuda a comprender mejor la cultura organizacional y el contexto en el que la institución interactúa, lo que puede ofrecer una guía enriquecedora sobre cómo implementar eficazmente un proceso de innovación, respetando al mismo tiempo los valores y las normas de la organización. Entender y recordar las lecciones aprendidas, los errores cometidos y aquellos logros alcanzados, puede allanar el camino hacia la innovación, evitando repetir los mismos traspiés del pasado.

Los líderes de hoy pueden proponer soluciones a los problemas presentes, basándose en los conocimientos previos y la comprensión profunda de las tradiciones de la organización, y que éstas sean efectivas además de adaptadas totalmente a la realidad institucional, lo que proporciona un marco sólido desde el cual es posible proyectar el futuro, permitiendo plantear soluciones novedosas, en línea con la identidad institucional, facilitando su aceptación y adopción.

Es importante destacar que el respeto por las tradiciones puede proporcionar un grado de estabilidad y continuidad que es fundamental en cualquier proceso de cambio, lo que ayudará a construir un consenso en torno a las nuevas ideas, iniciativas y proyectos, resultando a ser la clave para lograr el éxito. Por tanto, se trata de integrar los logros y lecciones del pasado con visiones prospectivas, como también preservar la historia, valorando el presente e innovando para el futuro.

Los líderes pueden forjar un camino que no sólo resuelve los problemas actuales, sino que también se adaptan y evolucionan a medida que se presentan nuevos desafíos y oportunidades, pero no olvidemos de dónde venimos, cómo llegamos al lugar que hoy ocupamos, recordemos a quien nos apoyó y respetemos la cultura institucional.

Nunca olvides de donde vienes, por si te toca regresar.



domingo, 16 de julio de 2023

El síndrome del trabajador "quemado"

Habíamos terminado con el desayuno típico paceño, que consistía en una taza de café, destilado y amargo, acompañado por un sándwich de huevo en, como no podía ser de otra manera, una marraqueta fresca y crujiente.

El sol brillaba en la calle, que a esa hora de la mañana se encontraba casi vacía, calentaba la habitación a través del ventanal que nos proporcionaba una vista tranquila de la zona, me recliné para comentar sobre aquella nueva inteligencia artificial que estaba disponible en Internet. Días atrás Google había liberado a Bard en su versión castellana y ya podía ser accedido desde nuestra ubicación.

—Deberíamos aprovechar este feriado y continuar escribiendo el libro que comenzamos en el Carnaval. Ahora que tienes nuevas competencias adquiridas, sería de gran utilidad —le dije, al mismo tiempo que movía la tasa de porcelana y el plato vacío hacia el lado izquierdo de la pequeña mesa.

—¿Conoces el síndrome Burnout? —Me preguntó, mientras se recostaba en el sillón.

No sabía absolutamente nada sobre ese tema, mi primera reacción fue poner a prueba a Bard para que describiera aquel síndrome. Tomé el Fold y lo abrí, presioné en el ícono de Chrome e ingresé en el sitio web de la Inteligencia Artificial de Google.

“Describe el síndrome de Burnout”. Escribí en el cajón de texto.

En cuestión de segundos pude ver como se formaba la respuesta. Algo que me pareció interesante de aquella nueva solución fue la opción de lectura, es decir, no solo escribe un texto sino también puede leerlo. Esa opción está disponible en muchos de los programas de ofimática, sin embargo, era la primera vez que lo veía en una aplicación de inteligencia artificial.

—¡Dale! Que lea lo que escribió. —Me dijo, toda expectante.

Presioné sobre la opción de lectura y la voz robótica invadió el lugar: "El síndrome de burnout es un síndrome de desgaste físico y emocional que se produce por el exceso de trabajo y el estrés. Se caracteriza por una serie de síntomas, como fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse, falta de motivación, sentimientos de fracaso y desvalorización.

El síndrome de burnout puede afectar a cualquier persona, pero es más común en personas que trabajan en profesiones que requieren un alto nivel de compromiso y atención, como la medicina, la enfermería, la educación y la atención social.

El síndrome de burnout puede tener un impacto negativo en la salud física y mental de las personas que lo padecen. Puede conducir a problemas de salud como la hipertensión, la obesidad, el insomnio, y la depresión. También puede afectar a las relaciones personales y la vida laboral".

La aplicación aún tiene problemas de gramática, quizás sea algo que con el tiempo vaya mejorando, no solo con Bard, sino también con ChatGPT, pude identificar esa limitación. Pero dejando de lado eso, la descripción del síndrome fue muy concreta y comprensible.

—A ti que te gusta el ciclismo —comentó después de escuchar por algunos minutos el resultado elaborado de forma artificial. —Me acordé de lo que me dijiste alguna vez, eso de que, si no administras tus fuerzas terminas “quemándote” en los primeros kilómetros y no logras llegar a la meta —concluyó.

Es verdad, alguna vez lo viví, en plena competencia salí disparado desde el punto de partida y ya para la mitad de la carrera me encontraba totalmente exhausto, viendo como el resto de los participantes me pasaban con la energía suficiente para llegar a la meta.

Ya frente a mi notebook, comencé a leer más sobre el síndrome de burnout. Se trata de una respuesta al estrés laboral crónico, caracterizado principalmente por la falta de energía y sentirse emocionalmente exhausto debido a la tensión laboral, evidenciado por la falta de emociones y una actitud indiferente hacia el entorno ocupacional.

En otra página web leí que el estudio de este fenómeno comenzó en la década de 1970, cuando el psicólogo estadounidense Herbert Freudenberger lo utilizó para describir cierto tipo de estrés que observó entre los médicos y enfermeras, quienes parecían estar “quemados” o agotados por el estrés laboral crónico. Ya en 1974, Freudenberger acuñó el término “burnout” para describir este fenómeno y en 1981, junto con la psicóloga Christina Maslach, desarrolló el Maslach Burnout Inventory (MBI), el instrumento de medición más utilizado para evaluar el síndrome de burnout.

Se considera que el síndrome de burnout es el resultado de un desequilibrio prolongado entre la carga laboral y los recursos disponibles del trabajador, afectando tanto a su bienestar psicológico como físico. Las investigaciones señalan factores como las demandas laborales excesivas, poca autonomía, conflictos de rol, escasa recompensa y apoyo social limitado, como desencadenantes del burnout.

Cerré la pequeña computadora y conecté el cargador a la toma de energía. Mientras veía el parpadear del led indicador de la batería, me puse a pensar que todo necesita una recarga, que es imposible trabajar por horas sin tomar un descanso que nos permita liberar la tensión nerviosa, alimentarnos de manera consciente y si es posible realizar alguna actividad física que nos desprenda de aquella adrenalina acumulada.

Aprovecharé este fin de semana para descansar, leer, escribir y salir en mi bicicleta para regresar el siguiente martes con la energía recargada, totalmente predispuesto a continuar con mis responsabilidades con el mejor de los ánimos, para no “quemarme” durante la vertiginosa semana laboral.


miércoles, 14 de junio de 2023

El amor después del amor

El pasado fin de semana, con el ánimo de salir por algunos momentos de mi entorno, vi en Netflix la miniserie titulada: “El amor después del amor”. En ocho episodios de aproximadamente 30 minutos, se plasma en imágenes la vida del cantante argentino Fito Páez, recorriendo sus recuerdos desde su nacimiento hasta aquel icónico concierto en el estadio de Vélez Sarsfield en abril de 1993.

Fito Páez es un reconocido cantante, compositor y músico argentino que ha dejado una huella significativa en la industria musical de su país y en América Latina. Nació el 13 de marzo de 1963 en Rosario, Argentina.

Páez comenzó su carrera musical en la década de 1980 y se convirtió en uno de los representantes más destacados del movimiento de la música rock en español conocido como la "Nueva Ola". Su álbum debut, "Del 63", fue lanzado en 1984 y recibió una excelente acogida. Sin embargo, fue con su segundo LP, "Giros" (1985), que alcanzó la popularidad masiva y consolidó su posición en la escena musical.

A lo largo de su meteórica carrera, el cantautor exploró diferentes estilos musicales, fusionando el rock con el pop, el tango y el folclore argentino. Sus letras poéticas y emotivas fueron aclamadas por la crítica y su habilidad para componer melodías pegajosas ganaron el reconocimiento de numerosos fanáticos.

No soy un seguidor de Fito Páez, son escasas las canciones que me gustan de él, prefiero a otras agrupaciones o solistas de aquella época, que para mi, fue la mejor del rock argentino y latinoamericano.

¡Alerta de spoiler!

Algunos episodios me parecieron altamente dramáticos, es posible que el personaje de la miniserie haya vivido esas situaciones complicadas, pero llega uno a preguntarse, cuánta mala fortuna puede tener una persona. Ya muy cerca del final, me emocionó una escena donde el cantante comienza a componer la canción “Dale Alegría a mi corazón”, en medio de una calle vacía y a la mitad de la noche fría de invierno en Madrid. Fue ese el punto en el que aquel artista de fama mundial toca el fondo más oscuro de su vida, para que, con ayuda de su teclado electrónico inicie una nueva etapa, resultando en un giro plagado de éxitos y como muestra de aquello, logró colocar la esperanzadora canción en el puesto número uno de los ránquines de música en varios países de habla hispana.

En el momento que vi al autor de “El Amor después del Amor”, enfrentándose a la vida con su teclado Casio sobre las piernas, recordé la frase: “Un estómago hambriento, una cartera vacía y un corazón roto pueden enseñarte las mejores lecciones de vida”. Precisamente son en esos momentos cuando sentimos que el mundo se nos parte en miles de pedazos y vemos que todo se desploma a nuestro alrededor, pero también hallamos nuestra imbatible fortaleza junto con ese deseo de mostrarnos y demostrarnos a nosotros mismos de que no está vencido quien pelea, que mientras haya vida, hay esperanza, de que en la crisis encontraremos la oportunidad para superar la dificultad y superarnos como seres humanos. El límite lo imponen nuestros pensamientos y si ese límite es el cielo, ahí es donde llegaremos.

Me quedo con esa fantástica lección de crecimiento, de continuar luchando en la vida y por la vida, no solo para triunfar o alcanzar un éxito transitorio, sino en sentir la fe en uno mismo, confiado en que cada paso que damos nos acerca más a la meta infinita.

Hoy, Fito Páez continúa activo en la música y sigue cautivando a audiencias con su talento y creatividad. Su legado perdura como uno de los grandes referentes de la música argentina y su influencia se extiende más allá de las fronteras de su país.


Y dale alegría, alegría a mi corazón

Es lo único que te pido al menos hoy...


domingo, 28 de mayo de 2023

Apple IIe

No recuerdo exactamente el mes, quizás era julio o agosto de 1986. Mi papá regresó ese fin de semana de su viaje a los Estados Unidos y junto a sus maletas, traía una enorme caja blanca que llevaba la imagen de una manzana con los colores del arcoíris. Aún está presente en mi mente esa sensación mezcla de curiosidad, ansiedad y desesperación por ver a esa computadora funcionar.

Ni mi papá, menos yo, sabíamos cómo se conectaba esa computadora que tenía su propio televisor, un teclado integrado y un par de disqueteras de 5 ¼; es así que, llamamos al técnico de la empresa donde él trabajaba. A su llegada, el experto nos ayudó a juntar todas las partes que la componían y muy atento observé como conectaba los cables del televisor, los de las unidades de almacenamiento y la fuente de energía. En cuestión de minutos quedó lista.

Como si se tratara de un ritual, insertó el disquete en la delgada ranura y a continuación activó el CPU. De pronto, la habitación se llenó de ese ruido característico que hacen los motores encargados de rotar los discos con información y realizar así la lectura de las pistas magnéticas, las que rápidamente fueron transmitidas e interpretadas por la unidad de procesamiento central, para luego mostrarnos en la pantalla un mensaje de bienvenida al “Apple IIe”.

En las vacaciones de ese año, me inscribí a cursos de computación, compré un voluminoso libro de programación en Basic y me encerré por horas en frente de esa máquina. Fue la vacación más corta que tuve pero aprendí muchísimo. Mis compañeros del instituto eran universitarios a quienes les resolvía los problemas de computación, compartía los programas de cálculo y hasta mis propios juegos. Realmente fantástico.

A mis 14 años aprendí a programar, había conocido un nuevo pasatiempo que años después sería mi pasión. Leí muchísimos libros de computación, tuve largas horas de frustración cuando la máquina no hacía lo que le pedía, como también disfruté de logros que me hicieron brincar de la silla expresando mi alegría.

Hoy, volví a conectar esa vieja máquina y para sorpresa mía, aún los discos magnéticos almacenan la información necesaria para que su sistema operativo precario vuelva a arrancar, mostrándome 36 años más tarde, ese mismo mensaje que veía antes de perderme en horas de estudio y programación.

Agradezco a mis padres por proporcionarme las herramientas necesarias que me permitieron recorrer este apasionante mundo de la computación, convirtiéndome en espectador y protagonista del desarrollo tecnológico desde ese 1986 hasta estos días cuando la inteligencia artificial toma protagonismo. Soy muy afortunado de entender, comprender y pertenecer a este mundo cibernético de constante cambio y transformación, sin olvidar de dónde vengo y preservando mi historia.



jueves, 11 de mayo de 2023

FA2023

Recuerdo que mientras tomaba asiento, en la primera fila de uno de los auditorios del Hotel Fontainebleau de Miami, percibí como las luces se fueron desvaneciendo y aparecía en la enorme pantalla los números de un conteo descendente: 10, 9, 8 … 3, 2, 1. 
Con las primeras imágenes proyectadas reconocí que se trataba de un fragmento de la película: "2001: Odisea del espacio". Durante algunos instantes vimos a la nave espacial Discovery One, en la que la inteligencia artificial denominada HAL 9000, parecía tener una falla en su programación, lo que llevó a una lucha por la supervivencia de la tripulación.
Aquella icónica película estrenada el 2 de abril de 1968 fue conocida tanto por el uso de efectos especiales innovadores para la época, como por su diseño de producción y su banda sonora, especialmente la música clásica empleada, llegando a ser considerada una obra maestra del cine.
Casi 55 años después de aquella odisea del espacio, HAL 9000 habló nuevamente al público del Fintech Americas 2023. Fue con esa hollywoodense introducción al evento, que se me vino a la mente ChatGPT y toda la revolución que generó en Internet, convirtiéndose en el primer sistema informático en alcanzar los 100 millones de suscriptores en tan solo dos meses, desplazando totalmente a TikTok, Instagram o Whatsapp.
La inteligencia artificial es un tema de moda ya que, hoy es empleada desde la redacción de tareas escolares, en la programación asistida y hasta en un androide que responde a cualquier tipo de pregunta, inclusive con expresiones no verbales. Definitivamente este 2023 comenzó con la disrupción como verbo de acción principal.
La octava versión del Fintech Américas contó con la participación de diferentes panelistas y expositores, aunque me llamó la atención aquellos temas relacionados con la Inteligencia Artificial, los Blockchain y la Adaptabilidad. 
Mucho se habló ya de la Transformación Digital, que en algunos casos alcanzaron resultados significativos, pero en otros no tanto. Algunos lograron éxitos o victorias tempranas y otros, errores de los cuales aprendieron valiosas lecciones. Sin embargo, considero que el término de Transformación, de a poco, se irá quedando en el pasado y el requerimiento de una adaptación constante a este entorno cada vez más cambiante, caótico y acelerado, obligará a las instituciones financieras a plantearse retos desafiantes, los que deberán ser alcanzados con una agilidad que hasta ahora era imposible de imaginar. Precisamente de eso se trata la adaptabilidad ya que, hasta ahora la Transformación Digital, que se confundió con un objetivo al que todos debemos alcanzar por medio de grandes inversiones en herramientas informáticas, dio resultados escasamente alentadores.
Sirve de poco tener un plan de transformación cuando en esencia seguimos siendo los mismos, es imposible pensar en un cambio cuando lo único que cambió fue la apariencia y continuamos haciendo las mismas cosas, pero de forma diferente. De lo que verdaderamente se trata es de lograr la empatía con el cliente y no solamente conocer sus requerimientos, es necesario comprender lo que necesita y no únicamente entender sus demandas. Esta coyuntura nos obliga a pensar en sistemas que puedan y deban mantener su funcionamiento óptimo incluso en situaciones adversas, como ataques cibernéticos, errores de programación o problemas de hardware. La adaptabilidad busca esa capacidad para ajustarse y evolucionar en respuesta a cambios en el entorno o en las necesidades del usuario. Es así como, la resiliencia y adaptabilidad son características clave para garantizar la calidad y eficiencia de los sistemas empleados en un escenario tecnológico en constante evolución.
Finalmente, debemos estar conscientes de que no es necesario formar parte del equipo de tecnología para innovar, que no es un prerrequisito ser ingeniero para proponer técnicas efectivas. Es posible ser revolucionarios, disruptivos e innovadores desde nuestro lugar de trabajo, cumpliendo nuestras funciones, buscando la superación constante y la excelencia a partir de los instrumentos que se tienen al alcance, por lo tanto, el reto está planteado, hay que adaptarse para sobrevivir y no rendirse en el intento.


sábado, 15 de abril de 2023

Equipos e individualidades

No soy un fanático del fútbol, pero sí, lo disfruto viendo partidos de la liga local, los torneos internacionales y obviamente la copa mundial. Mi conocimiento sobre ese deporte es limitado, no paso de las reglas básicas y algo de la alineación estratégica que emplean. Sin embargo, hay aspectos que me llaman la atención y es el juego en equipo con una responsabilidad distribuida y limitada.

Es muy probable que dentro de ese seleccionado de 11 jugadores, existan quienes durante su trayectoria profesional no superen los 10 o 20 goles anotados, debido a su posición dentro del juego, lo que no les permite participar en las acciones ofensivas, aunque existen guardametas que tienen un significativo número de tantos en su registro, que son más una excepción que la regla.

Escuché varias veces opinar sobre equipos de fútbol que cuentan con una excelente ofensiva, pero están limitados en la defensiva o que el mediocampo es el que presenta falencias. Por otra parte, está la creencia de que contar con una mega estrella del fútbol es la garantía suficiente como para lograr el campeonato. Alguien me dijo: “… este año tenemos un excelente equipo pero, no tenemos individualidades”. Y fue precisamente esta frase la que me hizo pensar en el trabajo en equipo basado en individualidades.

Me apasiona el ciclismo y trato de practicarlo de forma frecuente. En este deporte el equipo, a diferencia del fútbol, está conformado por cinco o seis corredores, los cuales forman una línea y de esa manera se desplazan por los más de 200 km que puede requerir una competencia profesional.

Los corredores de ciclismo forman una fila para reducir la resistencia del viento y maximizar la velocidad. Cuando los corredores se alinean, el ciclista en la parte delantera corta el viento y crea una zona de baja presión detrás de él. Los ciclistas detrás de él pueden aprovechar esta zona de baja presión para reducir su propia resistencia al viento y seguir al líder con mayor facilidad. Esta técnica se conoce como “drafting” o “aspiración” y es una forma efectiva de ahorrar energía y aumentar la velocidad. De esta manera, los corredores pueden trabajar juntos para alcanzar y mantener una ventaja sobre los demás competidores. Esta alineación le permite al equipo administrar la energía de cada corredor ya que, quien tiene mayor esfuerzo es el primero en la fila, cambiando esta formación cada cierto tiempo, el primero va al final y el segundo comienza a jalar al grupo, lo que les permite también descansar, recargar energías y nuevamente liderar al equipo. Es muy interesante esa forma de trabajo porque, si bien existen las individualidades, aquellos corredores estrella que se encargarán de brillar en los últimos kilómetros de la competencia, es un trabajo integral con compromiso y sacrificio, llevando al extremo del agotamiento de todos sus integrantes.

Quienes trabajamos en equipo valoramos este tipo de formación, alineados a un objetivo, persiguiendo una misma meta, dando y dejando todo durante el camino ya que la victoria no será gracias a la destreza individual sino del equipo. No hay derrota, solo aprendizaje.

Es lindo pedalear, pero lo más lindo es pedalear en equipo, sintiendo la confianza de que llegarás lejos y disfrutarás del camino, consciente de que en algún momento tendrás que liderar y romper la resistencia del viento para que el resto siga tras una senda ganadora.



martes, 21 de febrero de 2023

Joker vs. Batman

Volví a ver la película el Joker de 2019, con la espectacular interpretación de Joaquin Phoenix. Ya la había visto años atrás pero no con el detalle de ahora. Al terminar, busqué en la Kindle por un libro que hable sobre el Payaso Príncipe del Crimen y encontré el escrito por Ruben Perez: Joker, morirse de risa.
Para los amantes de los cómics y de los superhéroes de DC el libro resulta una recapitulación de la historia del Joker desde sus orígenes hasta la fantástica película de 2019. Sin embargo, para mí fue algo nuevo y me ayudó a entender un poco más a esa cultura que se extiende por generaciones.

Estoy a punto de terminar de leer el ensayo de Perez y también estuve atrapado por una nueva herramienta informática, ChatGPT. En Internet existen muchos artículos y vídeos que instruyen en su uso. 

El siguiente texto presenta las respuestas del sistema de OpenAI a las preguntas que le realicé en base a la temática del Joker y Batman.

RM: Quiero conocer la relación psicológica y sociológica que existe entre Batman y Joker.

IA: La relación entre Batman y Joker es una de las más famosas y complejas en el mundo de los cómics y la cultura pop en general. Desde una perspectiva sociológica, esta relación puede ser interpretada de diversas maneras.

En términos generales, la relación entre Batman y Joker puede ser vista como un reflejo de la tensión entre la ley y el caos, el orden y la anarquía, la razón y la locura. Batman es un defensor de la justicia y el orden, mientras que Joker es un agente del caos y la destrucción.

Algunos sociólogos han interpretado esta relación como una expresión de la lucha entre el bien y el mal, o entre el héroe y el villano. Sin embargo, otros han señalado que la relación entre Batman y Joker es mucho más compleja que eso, ya que ambos personajes están profundamente conectados y dependen el uno del otro.

En algunos relatos, se ha sugerido que Joker es una manifestación de los miedos y traumas de Batman, lo que implicaría que ambos personajes están relacionados de manera más profunda de lo que parece a simple vista. Otros han argumentado que Joker es un reflejo oscuro de Batman, un recordatorio constante de que el lado oscuro siempre está presente, incluso en los héroes más nobles.

En resumen, la relación entre Batman y Joker es compleja y multidimensional, y puede ser interpretada de diversas maneras desde una perspectiva sociológica. En última instancia, lo que hace que esta relación sea tan fascinante es la tensión y el equilibrio constante entre los opuestos que representan cada uno de los personajes.

RM: ¿Cuál es la razón por la que Batman no termina con el Joker?

IA: La razón por la que Batman no ha terminado con el Joker es un tema de debate entre los fans y expertos en cómics. Hay varias explicaciones posibles para esta cuestión, y cada una de ellas refleja una interpretación diferente de la relación entre ambos personajes.

Una de las razones más comunes es que Batman cree en la justicia y en el sistema legal, y se opone a la idea de tomarse la justicia por su cuenta. Batman considera que el Joker debe ser juzgado y condenado por las leyes y las autoridades legales, en lugar de matarlo en un acto de venganza personal.

Además, algunos sostienen que Batman ve al Joker como una especie de prueba de su propia moralidad y humanidad. Batman se niega a matar al Joker porque considera que eso lo haría descender al nivel de los criminales, y que él debe mantener su humanidad y su compromiso con la justicia incluso en las situaciones más difíciles.

También se ha argumentado que Batman necesita al Joker como un enemigo, ya que su lucha constante contra el villano le ayuda a mantenerse alerta, afilado y en forma. La existencia del Joker también le da a Batman un sentido de propósito y significado, ya que lucha por proteger a Gotham City de una amenaza constante.

Por último, hay quienes argumentan que Batman no ha matado al Joker porque eso pondría fin a una de las rivalidades más icónicas e interesantes del mundo de los cómics. La relación entre Batman y Joker es compleja y fascinante, y ha sido explorada en detalle en múltiples historias, lo que ha contribuido a convertirla en una de las más populares y queridas del género.

RM: ¿Cuál fue el origen del Joker?

IA: El origen del Joker ha sido objeto de diversas interpretaciones a lo largo de los años, pero la versión más conocida y canónica fue presentada en 1951 en el cómic "Batman nº 1".

Según esta versión, el Joker era originalmente un ladrón llamado Jack Napier que, tras una serie de eventos trágicos y accidentales, se transformó en el payaso psicópata que conocemos. La historia comienza cuando Napier, que era un criminal de poca monta, es contratado para realizar un robo en una fábrica de productos químicos. Durante el asalto, Batman interviene y Napier cae en una cuba de productos químicos, que lo desfiguran y alteran su mente.

Tras esta transformación, Napier adopta la identidad del Joker, un villano caracterizado por su piel blanca, su pelo verde, su sonrisa permanente y su afición por el caos y la violencia. El Joker se convierte en uno de los mayores enemigos de Batman, y sus enfrentamientos se han convertido en algunos de los momentos más icónicos y emocionantes de la historia del cómic.

Es importante tener en cuenta que a lo largo de los años se han presentado diferentes versiones del origen del Joker, y que en algunos casos se ha omitido la historia de Jack Napier. Sin embargo, la versión original sigue siendo la más conocida y ha influido en gran medida en la representación del personaje en otras formas de medios, como películas y series de televisión.

RM: Actúa como Joker y escribe un mensaje para Batman que le genere intriga y miedo

IA: ¡Hola, Batman! Espero que estés disfrutando de tu preciosa ciudad, porque muy pronto todo cambiará. Estoy preparando algo especial para ti, algo que te hará temblar y que te obligará a enfrentarte a tus propios demonios. Ya sabes que mi único objetivo es demostrarte que no hay esperanza ni salvación para la humanidad, y que todo está destinado a caer en el caos y la destrucción. Así que prepárate, porque pronto te enfrentarás a tu mayor desafío, a algo que nunca habías visto antes. ¿Estás listo, Batman? Porque el juego está a punto de comenzar, y esta vez, yo tengo todas las cartas en mi mano.

Para terminar, ingresé a Discord y pedí a otro robot con inteligencia artificial que generará una imagen de Joker y Batman, este fue el resultado:

¿Por qué tan serios?

lunes, 20 de febrero de 2023

Más allá de lo evidente

Recuerdo que a mediados de los años 80, en uno de los pocos canales de televisión, transmitían la serie de dibujos animados titulada «Los Thundercats». Wikipedia presenta como: un grupo de felinos humanoides extraterrestres, muy avanzados tecnológicamente que invocan al misticismo y a fuerzas sobrenaturales. La trama de la serie inicia en Thundera un planeta a punto de explotar, lo que obliga a los ThunderCats, la casta más alta de nobles thunderianos, a huir de su planeta natal en una flota de naves espaciales, llegando a vivir en una estrella azul que ellos llamaron Tercer Planeta.
El mismo sitio web describe a León-O, cuya imagen y personalidad están inspiradas en un león, es el heredero del título de «Señor de los ThunderCats», líder y portador de la legendaria Espada del Augurio, la que es capaz de disparar rayos de energía además de permitirle explorar a enormes distancias gracias a su poder de «ver más allá de lo evidente».
Estos días estoy atrapado en la lectura del libro «El Hombre Tecnológico y el síndrome Blade Runner»: En la era del biorobot, de Santiago Navajas Gómez de Aranda. Dejando de lado el aspecto técnico o tecnológico que asocia el autor a su trabajo literario están otros que me fascinaron en la lectura como el identificar pasajes, entender situaciones o decodificar conversaciones de los personajes a lo largo de la película protagonizada por Harrison Ford. Vale la pena aclarar que la película Blade Runner está basada parcialmente en la novela de Philip K. Dick «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?» Otro libro revelador.
A medida que iba avanzando en la lectura me fui dando cuenta que en toda película, miniserie u otro tipo de obra, se expone un mensaje o existen aspectos que motivaron a su realización y quizás esa sea la tarea más apasionante al momento de ver un film.
Las películas animadas de Walt Disney, por ejemplo, están cargadas de simbolismo y esoterismo, si nos ponemos a ver más allá de lo evidente, comprenderemos todo lo que quiso transmitir su creador. 
¿Quién no vio Pinocho? Todos somos ese niño de madera que desea alcanzar la conciencia, dejar de lado el ego y lo mundano para convertirse en ese niño de verdad.
Con la llegada de los servicios de streaming se tiene un acceso amplio a los contenidos audiovisuales, que van desde aquellas películas clásicas hasta las más recientes o que forman parte de un buen repertorio de cine alternativo. Pero cuando preguntamos:
¿Qué serie o película me recomiendan?
Obtenemos una predecible respuesta. - Es una película o serie cautivante.- Pero ¿por qué? Simplemente porque es buena la banda de sonido, el vestuario, la actriz o actor y quizás el guión. La recomendación se circunscribe a las categorías que emplea la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas norteamericana, encargada de los premios Oscar. Nunca o casi nunca, es una recomendación basada en el análisis de la película o sobre el mensaje que se transmite, eso simplemente pasa inadvertido o en otros casos ignorado.
¿Qué opinas de la película?
Estuvo buena.
Mientras leo el libro de Gomez de Aranda, siento la necesidad de ver más allá de lo evidente, como lo hacía León-O al momento de llevar la Espada del Augurio a su rostro felino. 
Desde hoy, seguiré las series de televisión, veré las películas y leeré los libros, con la esperanza de que mis sentidos tengan la gracia de encontrar el mensaje, más allá de lo evidente, poniendo frente a mí el ojo de la invisible Espada del Augurio y cada vez que recurra a esa espada mágica estaré creciendo como persona, como ser humano y como miembro de la sociedad. 
Para ser merecedores de esa visión amplia, también debemos preparar a nuestras mentes intentando entender lo transmitido y quizás esa sea la tarea más dura, el ampliar el deseo de aprendizaje, el ser conscientes de que es muy poco lo que sabemos y existe mucho por descubrir. Como dijo Newton: 
«He sido un niño pequeño que, jugando en la playa, encontraba de tarde en tarde un guijarro más fino o una concha más bonita de lo normal. El océano de la verdad se extendía, inexplorado, delante de mi.»

viernes, 3 de febrero de 2023

MI MOTIVACIÓN

Recuerdo que cuando era niño y más aún en mi adolescencia, no había peor castigo que la inasistencia, sea a una salida de fin de semana, una fiesta o un partido de fútbol con mis amigos. Así que, para evitar ser sancionado, los días previos al evento trataba de realizar todas mis actividades, cumplir con mis obligaciones y presentar a tiempo las tareas escolares, evitando cualquier tipo de llamada de atención.

Mis amigos de la misma manera, se portaban bien, ninguno podía fallar y si por alguna razón sufríamos una baja en el grupo, la comisión evaluaba si ameritaba una visita al domicilio del afectado para solicitar el permiso requerido. Algunas veces el castigo era tan grande que por nuestra seguridad esperábamos que la sanción se disuelva en el tiempo.

Cuándo era yo el afectado, suplicaba a mis padres de mil y un maneras, apelaba a todos los argumentos y recursos necesarios con la esperanza de que puedan apiadarse y liberarme de la pena de quedarme en casa mientras mis compañeros se divertían, algunas veces tenía suerte y otras no tanta.

- ¿¡Cómo que no vendrás!? Todos contamos contigo -me decían cuando no podía convencer a mis papás de que me quiten el castigo. 

- Lo siento muchachos. Sigan sin mí. -les respondía con todo el dolor del alma.

Noche antes a la fiesta, al partido o a la reunión, preparábamos lo necesario para que las cosas salgan bien, logremos la diversión plena y tengamos algo de lo que hablaríamos los días siguientes y quizá lo recordaríamos toda la vida. Nos organizábamos de tal manera que todos teníamos una tarea por cumplir, con el objetivo de llegar a la perfección en nuestra actividad. Eran tales las ansias que inclusive algunas veces me costaba conciliar el sueño, no sé si les pasaba lo mismo al resto del equipo.

Hoy, después de más de 30 años, las noches previas antes al día laboral, pienso en todo lo que haré por la mañana, trato de imaginar mis tareas y planifico rápidamente mis actividades. Sé muy bien que el día siguiente será totalmente dinámico y quizás no se concrete ninguna de las actividades que pensé la noche anterior, pero me ayuda a discernir lo urgente de lo importante. No puedo faltar, no puedo fallar, mi equipo me espera.

Cuando enfermé con COVID y me dijeron que debía faltar al trabajo para guardar reposo hasta recuperar la salud, sentí como en aquellos años cuando me castigaban con la inasistencia a la actividad que tanto habíamos soñado con mis amigos.

Por las mañanas me levanto y repaso la planificación del día, me preparo para continuar con lo pendiente y solucionar los problemas que nunca faltan.

- ¡Cómo no ir! Mis compañeros de trabajo me esperan, cuentan conmigo para concretar nuestros objetivos. -me digo a mí mismo, motivado y con la mejor actitud.

Muchas veces escuché reproches tales como: "Eres un trabajólico", pienso que no es un defecto cuando tu trabajo te satisface en lo personal, te permite crecer en lo profesional y te hace sentir útil a la sociedad. 

Como dijo Confucio: "Elige un trabajo que te apasione y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida". Me apasiona mi trabajo y me entrego al 100%, voy feliz para comenzar la jornada y transmitir esa felicidad a mi equipo, esa es mi motivación, la misma que tenía cuando era adolescente preparando todo para que las cosas salgan bien.




martes, 17 de enero de 2023

EL LIDERAZGO ENTRE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA

Un titulado con honores y con una extraordinaria experiencia en la práctica laboral ¿Será el líder perfecto para una empresa?

La teoría sin experiencia resulta poco efectiva. Por un lado, están los teóricos, quienes creen que la respuesta a todos los problemas se halla en un texto. Un claro ejemplo son algunos docentes universitarios que pasaron del pupitre a la pizarra, los que intentan transmitir todo lo que está en la bibliografía con la que aprendieron, recurriendo al estudio de casos obsoletos y lejos de nuestra realidad. En sus aulas, hay muy pocas horas de una práctica efectiva y demasiadas de simuladores o laboratorios controlados, como si intentaran formar jugadores de fútbol profesional de PlayStation.

La experiencia sin teoría es también poco efectiva. Por el otro lado están aquellos expertos que de muy jóvenes se iniciaron en una empresa y fruto de su perspicacia, curiosidad y ganas de aprender, lograron convertirse en responsables o jefes de área. Escalaron hasta llegar a ser técnicos expertos en alguna actividad específica, pasando décadas realizando el mismo trabajo hasta generar una dependencia improductiva dentro la institución, por ser el único quien sabe hacer eso ya que, conoce todos los trucos y artilugios del cargo.

En el ejercicio de la profesión, muchos de los mejores líderes se formaron durante su participación en un campo operativo. El sumar experiencias hace que se consolide el conocimiento y son esas horas de vuelo que ayudan a fortalecer las habilidades o destrezas, fundamentando las soluciones en resultados prácticos como consecuencia de la teoría empleada en una proporción equilibrada. Estos efectos positivos logran el crecimiento de la motivación personal y la confianza profesional, permitiéndoles conquistar cualquier meta.

Pasaron algunas semanas desde la final de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, Qatar 2022. Fueron millones de mensajes que circularon en las redes sociales y varios de ellos hicieron referencia a la consagración de la selección argentina como la mejor del mundo.

Hay una frase que dice: “Los mejores no siempre son los mejores, solo son los más vistos”. Sin duda, el evento deportivo demostró que ser el técnico con más experiencia o con más títulos conseguidos no garantiza, en lo absoluto, la conquista del objetivo. Así quedó confirmado con el director técnico de la selección campeona, Lionel Scaloni quien, con trabajo, inteligencia y un notable manejo de grupo, pudo sacar lo mejor de cada uno de los astros del fútbol mundial y llegar al campeonato. Hoy sus estadísticas presentan tres títulos obtenidos en estos más de cuatro años, logros con los que todo entrenador deportivo sueña.

Un titular de la prensa deportiva digital indicaba: “Lionel Scaloni, el joven inexperto que se doctoró con todos los honores. De esa llegada inesperada como interino a un título en el que mostró capacidad para formar un grupo, potenciar jugadores y exhibirse como un auténtico estratega”. Este como otros tantos titulares que se publicaron en la prensa argentina, hablaban del único valiente que apostó por un equipo vapuleado después de su fracasado Mundial de Rusia 2018, pero supo confiar en los jugadores a quienes eligió, los motivó y se aseguró de convertirlos en campeones. En una entrevista, después de la derrota ante la selección de Arabia Saudita, respondió a las acusadoras preguntas de los periodistas deportivos con una simple frase: “Solo es fútbol”.

Me gustaría creer que lo ocurrido a Scaloni podría tratarse de una fórmula para el líder perfecto, pero considero que fue más bien fruto de la causalidad, de la coyuntura, del grupo de jugadores seleccionados o elegidos y la presencia de un Messi hambriento de éxito. Indudablemente, el director técnico estaba preparado para el desafío.

Un líder es quien logra, a partir del conocimiento y la experiencia, que su equipo se identifique con el proyecto y que persiga los mismos objetivos. El líder permite creer en sueños y hacer que estos sean colectivos, con la intención de que entre todos se empuje y mueva la maquinaria institucional. El líder hace que surja ese espíritu competitivo del interior de cada jugador y los enfoca para lograr el triunfo, consciente de que en un trabajo conjunto no existe la ganancia individual, que nadie sobresale más que el otro y todos son como el engranaje de un mismo reloj que marca la hora con precisión.

En una institución es posible encontrar a excelentes analistas o incluso a destacados jefes de área pero, hay otros aspectos imprescindibles que deben cumplir además de la formación y la experiencia antes de considerarlos líderes, cómo ser: la empatía, la iniciativa o la confianza. Son esas habilidades blandas que esperamos encontrar en los miembros de las organizaciones, en aquellos funcionarios que se destacan no solo por su desempeño laboral o por su experiencia en el desarrollo de sus funciones sino también, por su espíritu colaborativo y luchador, para encomendarles los planes y objetivos estratégicos, con la confianza de que nos llevarán hasta la victoria.

Respondiendo a la pregunta inicial, lo ideal es fusionar la teoría y la práctica en un equilibrio perfecto, ser un buen entrenador y ser un buen jugador, con un toque de empatía, confianza, perseverancia, carácter y mucho respeto al equipo.

Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado.